Invocando a las diosas:

– Atenea, ayúdame a pensar con claridad en esta situación.

– Perséfone, ayúdame a permanecer abierta y receptiva.

-Hera, ayúdame a comprometerme y ser fiel.

– Deméter, enséñame a ser paciente y generosa, ayúdame a ser una buena madre.

– Artemisa, mantenme centrada en ese objetivo lejano.

– Afrodita, ayúdame a amar y a disfrutar de mi cuerpo.

– Hestia, hónrame con tu presencia, dame paz y serenidad.

Según palabras de Jean Shinoda Bolen en su libro “Las diosas de cada mujer”: “… las mujeres están influidas por poderosas fuerzas internas, o arquetipos, que pueden ser personificadas por las diosas griegas… Las fuerzas externas, o estereotipos –los papeles a los que la sociedad espera que la mujer se adapte-, refuerzan algunos patrones de diosas y reprimen otros.” Si os interesa el tema os recomiendo leer el libro.

Atena es la diosa de la sabiduría y la artesanía, como arquetipo se orienta hacia el logro, es la mejor estratega e hija del padre. Perséfone, la doncella, diosa del mundo subterráneo, como arquetipo representa a la hija. Hera es la diosa del matrimonio, como arquetipo representa a la esposa. Artemisa es la diosa de la caza y de la luna, también considerada como diosa de los partos o del nacimiento por haber asistido al de su hermano, y como arquetipo está orientado también hacia el logro, es la hermana y rival. Afrodita es la diosa del amor y de la belleza, siendo su arquetipo la mujer creativa y la amante. Hestia es la diosa del hogar y de los templos, y como arquetipo es la mujer cuya atención está enfocada hacia el centro espiritual de su personalidad, es la que mantiene el hogar, es la mujer sabia.

Me apetecía contaros un poquito de cada diosa, aunque me he dejado a una por describir. Todo esto viene porque por ser hoy el día de la madre quiero rendir tributo a Deméter, diosa griega de las cosechas, nutridota y madre. Los romanos la llamaban Ceres. Está orientada hacia la relación y su bienestar depender de tener relaciones significativas. Representa el instinto maternal, ya sea mediante el embarazo o como cuidadora y proveedora, dando cualquier tipo de apoyo y ayuda a los demás.

Pero a quien de verdad quiero rendir tributo y felicitar es a todas las madres, esas mujeres que anteponen todo por sus hij@s, que se dejan enseñar por ell@s y aprenden a ser más pacientes. Madres cariñosas, comprensivas, educadoras, respetuosas con las necesidades de sus retoños, luchadoras, nutridotas, deseosas de ayudar a sus hijo@s a crecer sanos tanto física como psicológicamente. Madres no sacrificadas, porque nada de lo que hacen por sus hij@s les supone ningún sacrificio. Y madres que cada día se preocupan por hacerlo lo mejor posible. ¡Felicidades mamás!

Este año yo también soy mamá, y la gente de mi alrededor me felicitará por ello. Mi hija todavía no puede, pero para mí su mejor felicitación me da la todos los días cada vez que sonríe. Ella es mi mejor regalo, no quiero ningún otro, para mí el consumismo queda fuera de lugar en todo lo que tiene que ver con mi hija. Quizás cuando sea un poquito más grande y quiera hacerme con sus propias manitas una pequeña sorpresita sea el mejor regalo que me pueda hacer, pero ella, sin lazos ni papeles de colores es el mejor de todos los regalos que he tenido y tendré jamás.

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